¡Felicidades periodistas!
Por Néstor Martínez
A los que defienden los medios como que ellos fueran los dueños, a sabiendas que luego les darán una patada en el culo;
A los que azuzados por los patrones defienden la “libertad de expresión” de la que nunca gozan;
A los que se hacen los majes cuando se trata de luchar por los intereses de la profesión;
A los que hacen periodismo con el estómago;
A los que sirvieron, sirven y servirán de orejas para sus patrones;
A los que les importa poco la gente;
A los que reciben la línea diaria del patrón para luego decir que son periodistas “profesionales”;
A los que callan su propia desgracia;
A los que aguantan las ofensas del público por la mierda que destila el patrón;
A los que vendieron, venden y venderán periodistas;
A los que convierten a los periodistas en putas de la información;
A los que castran periodistas para utilizarlos como “abanderados” del periodismo;
A los que recibieron “premios” por destacar en el periodismo nacional en manos de la derecha;
A los que se someten a las manipulaciones de los dueños y los políticos;
A los que, a pesar de todo, reciben menos salarios que las putas de clase;
A los que reciben con gran satisfacción las palmaditas en la espalda de quien cobra por ellos;
A los que estudian la “profesión” y son verdaderos inútiles para el periodismo;
A los que “dejaron huella” que nunca nadie siguió;
A los que nunca estudian la profesión, incluyendo “graduados”;
A los titulados para efectos de cobro;
A los analfabetas disfuncionales con función de loros o títeres;
A los que miran a sus colegas con prepotencia por recibir la limosna del poder;
A los que joden a otros periodistas;
A los falsos periodistas;
A los que perdieron las ilusiones de su juventud;
A los que son simples empleados;
A los que reciben el cariño del pueblo;
A los que fueron y son ignorados;
A los que luchan desde las sombras;
A los que luchan por el verdadero periodismo;
A los que se esfuerzan por ser mejores cada día;
A los que por su familia deben agachar la cabeza;
A los que se fueron del país en busca de mejores horizontes;
A los viejitos que mueren sin ningún homenaje y en la pobreza;
A los que abandonaron la “profesión” por otra mejor;
A los que murieron ejerciendo la profesión;
A los periodistas sindicalizados;
A los que luchan por otros sin tener la oportunidad de que su voz sea escuchada;
A los que su propio medio de comunicación no sirve para publicar sus quejas;
A los que saben que nadie luchará por ellos;
A los que cada 31 de julio intercambian felicitaciones de esperanza;
A los que nunca vendieron la pluma;
A los que son verdaderos profetas de la profesión;
A los que luchan por el medioambiente;
A los que arriesgan su vida por la noticia sin recibir nada a cambio;
A los que en verdad escriben la historia;
A los que luchan por la cultura;
A los que hacen cine;
A los que luchan por la paz;
A los irreductibles;
A los que persisten en el apostolado de la voz en el desierto;
A los hermanos que cada día saludo en redacción de Diario Co Latino;
A todos mis colegas, de entrega, sacrificio y sufrimiento, quienes quieran que sean, en el medio que sea, en el país que sea.
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